miércoles, 2 de septiembre de 2009

Los Videojuegos: el origen del Bien en un mundo sin Dios

Hace bastante, cuando estaba terminando quinto año del secundario, el profesor de religión planteaba que sin Dios el Bien no tendría ningún sentido. ¿Si no existe Dios, para que obrar bien? A esa edad me parecía un muy buen planteo, pero se me ocurría una alternativa a esa idea que de a poco fui desarrollando, hasta lograr hacerla un poco coherente: un mundo donde existe el Bien pero no Dios.

¿Saben lo que es un RPG? Si no lo saben, no se preocupen, se los voy a aclarar. RPG son las iniciales Role Playing Game, es un tipo muy particular de videojuego. Tiene la característica de que uno asume el papel de un personaje que sería el protagonista de la historia, en muchos casos hasta te dejan ponerle el nombre que quieras cuando empezás el juego. Aparte de esto hay dos cualidades que tienen los RPG’s, una es que son muy largos, pueden llevar meses terminar de jugarlos en su totalidad, la otra es que no se trata de un juego de destreza en cuanto a que tan rápido seas apretando botones, sino más bien cuanto tiempo lleves jugando. El personaje que uno maneja empieza el juego con un determinado nivel de poder asignado, generalmente es de 5 (cinco) y a medida que uno juega, va peleando contra otros personajes y va ganando experiencia, el personaje que uno tiene va subiendo de nivel. Es por eso que en estos juegos el entrenamiento es importante, ya que si sos un level 5, nunca vas a poder ganarle a uno que es de nivel 20, la única manera es pelear contra enemigos de tu mismo nivel o un poco mas bajo, para así ganar experiencia, subir de nivel y llegar a la misma categoría que ese enemigo. No hay secretos para ganarle a enemigos de un nivel mucho más alto, solamente entrenar y ponerse a la par o superarlos.

Imaginémosnos ahora un mundo con personajes de un RPG de diferentes niveles: los hay de 5, de 10, de 20, etc. Acuérdense que a mayor nivel, mayor poder (ya sea poder económico, fuerza física, inteligencia, etc), sin embargo en este mundo no hay diferencias de poder que sean groseramente desmedidas, quiero decir, un hombre de nivel 20 podría “molestar” mucho a un level 5, pero esa diferencia no es lo suficientemente grande como para que un puñado de personajes de nivel 5 puedan medirse con el de 20. Por lo tanto lo lógico sería que quienes son de nivel más bajo hagan alianzas entre ellos para que aquellos que tienen un level más elevado no los puedan oprimir.

Al mismo tiempo es posible que haya enfrentamientos entre individuos del mismo nivel, pero hay una gran desventaja, sí Juan mata a Pedro, logrará deshacerse de él, pero es muy probable que los amigos y familiares del finado deseen cobrar venganza y matar a Juan o al menos hacerle algún daño. Entonces si un individuo mata a otro, se somete a padecer una venganza por parte de los allegados de la víctima, y de esta manera volveríamos al caso anterior, ya que uno es más poderoso pero un grupo de varios puede neutralizar ese poder.

Entonces tenemos que todo aquél que intenta imponer su voluntad por sobre la de los demás y en este afán termina haciendo daño o quitándole la vida a otro, es muy posible que luego tenga que encarar una venganza por parte de otros. Por este motivo no es conveniente que una persona haga daño a otra de la misma jerarquía, ya que luego de esto se vuelve propenso a la venganza de otros. Además los más débiles deben unirse entre sí para evitar que los fuertes se les impongan. A aquellos personajes de nivel más alto también les conviene entrar en la alianza con los de niveles bajos, porque la unión hace la fuerza y esto les permitiría tener un respaldo frente a otros de su mismo nivel, en los cuales una pelea sería complicada o al menos muy pareja.
Otra vuelta más sobre lo mismo: si un individuo X le hace daño a otro, siempre va a correr el peligro de que otros quieran vengarse de él. Es por ese motivo que hace alianzas con otros, primero posiblemente para tener aliados cuando corre el peligro de ser atacado, y luego para que los que lo rodean, que serían aliados, no lo atacasen (“No le hagas a los demás lo que no te gustaría que te hicieran a vos”). Llegaría un momento en el cual, todos los individuos de ese mundo estarían aliados, serían “amigos”, y con esta alianza se crearía el “Bien”: aquello que es conveniente y provechoso para todos y cada uno de los individuos. Obviamente, como nadie es perfecto, algunos cortarían con esta alianza o pacto, y le harían daño a otros. Como hay un acuerdo de que todos son amigos y que lo que esta bien es aquello que es beneficioso para todos y no se puede hacer daño a un miembro de la alianza (es decir, a cualquier otro ser humano), quién, por ejemplo, mata a otra persona, termina rompiendo con su parte en el pacto, y se convertiría en “malo”, porque estaría en contra del bien común. Como este individuo “malo”, mató a un ser humano que era parte de un acuerdo en el cual todos eran aliados, entonces TODOS se ocuparían de “vengarse” del que mató a su amigo.

El “Bien”, también lo podríamos ligar con otros conceptos que tienen una función muy parecida como ser, el Estado, la sociedad, las leyes, la religión, o Dios. Todos estos conceptos se tratan de creaciones humanas que sirven para garantizar que los hombres (o al menos la mayoría de estos), vivan en armonía y no haya grandes conflictos entre ellos.

Esto lo había pensado hace mucho, pero nunca me había sentado a desarrollarlo y expresarlo bien. Desgraciadamente ya me habían ganado de mano. Unos años después, terminando el secundario y después estudiando Ciencia Política en el C.B.C., me había enterado de que a un tipo llamado Thomas Hobbes ya se le había ocurrido lo mismo hacía unos cuatro siglos antes.

Lo más gracioso es que el profesor de catequesis bien lo conocía, ya que más de una vez lo había citado diciendo que “el hombre es lobo del hombre” haciendo referencia a la guerra de todos contra todos en el estado natural previo a la creación del Estado.

Ahora esto me permite formular una nueva pregunta. ¿Sin el Bien, cual es el sentido de Dios? ¿Sin servir de garantía para conservar un orden (o quizás incluso para instituir uno nuevo) que sea provechoso, al menos a primera vista, para todos los individuos, tiene la existencia de Dios algún sentido? ¿Si no sirve como fundamento de una manera correcta de obrar, tiene sentido que Dios exista?

2 comentarios:

Martín Gustavo Vitale dijo...

De todos modos una linda pregunta para hacerse es si verdaderamente existe una ética en cada uno de nosotros. ¿Uno practica o pretende practicar el "bien" simplemente por un acuerdo social? ¿O es que uno realmente se siente mal al no practicarlo? Y si es que uno sufre por la ausencia de bien; ¿es este sufrimiento fruto del acuerdo social?
Yo creo, sin embargo, que algo debe haber dentro del hombre que haga que el hombre sea como es. En fin, algo pasa por la cabeza del hombre que de algún modo lo hace hermano de todos los otros hombres...

¡Un abrazo!

Pable dijo...

Parece todo llegar a un punto; el "egocentrismo humano”, no puedo ahora explicarlo pero seguramente algún día tendré el tiempo necesario.
Saludos.-