miércoles, 30 de diciembre de 2009

“What I was really hanging around for, I was trying to feel some kind of a good-by. I mean I’ve left schools and places I didn’t even know I was leaving them. I hate that. I don’t care if it’s a sad good-by or a bad good-by, but when I leave a place I like to know I’m leaving it. If you don’t, you feel even worse.”

HOLDEN CAULFIELD, THE CATCHER IN THE RYE.




Tomar decisiones a veces da miedo, uno tiene que afrontar las consecuencias de las propias acciones y la responsabilidad es parte de uno solo y de nadie más. A medida que uno va tomando más conciencia de eso y lo va asumiendo, va abandonando la niñez/adolescencia y se mete en la vida adulta.

Sobre este año, no fue particularmente malo, de hecho, fue muy bueno, pero tenía expectativas mayores y espero alcanzarlas el próximo. Si tengo una actitud positiva yo creo que lo voy a lograr. Siempre existen las oportunidades de una revancha.

Otro año que se termina y uno nuevo que empieza. Hay muchas cosas de las que quisiera hablar pero me cuesta un poco articularlas en una entrada coherente. Me encanta el blog, es una excelente terapia y al mismo tiempo me sirvió para conocer gente copada. Por eso quiero desearles un buen 2010 a mis compañeros del mundo bloggeril: Tadeo, Daniela, Elu (Kurosawa), Glup, Roberto, Virgi (Pipiripi), Verdemanzana y Vita (Ruiz de Bragelonne).

Voy a estar un poco ocupado por un tiempo con un caso complicado e interesante, por lo que me va a resultar un poco difícil escribir nuevas entradas, pero obviamente voy a seguir leyendo y comentando los blogs amigos. Igual supongo que muchos van a estar de vacaciones, pero por si las dudas tienen ganas de seguir visitando y leyendo en este espacio por este lapso de “pausa de la creatividad”, tengo un recurso: voy a ir publicando un par de cosas que escribí que por distintos motivos terminé sin publicar (ya sea porque se me ocurrieron otras cosas en el camino o porque me tomaron un tiempo y consideré que ya no eran “actuales”), una especie de “reserva de entradas”. Algunas fueron escritas hace un tiempo, por lo que van a leer sobre anécdotas de la facultad cuando ya estamos de vacaciones. Para no dejar inactivo el bló, vió?

Bueno, chicos y chicas. Espero que tengan un lindo festejo de año nuevo, y que tengan un 2010 con todo lo mejor.

Les mando un abrazo enorme y gracias por leerme, sus comentarios hacen que me de gusto escribir en este blog.

UN ABRAZO.

B.C.



sábado, 26 de diciembre de 2009

"¡Compráme Apocalipsis o púdrete!"

Es muy común que en época de navidad se empiecen a pasar en la tele varias películas o episodios de algunas series que están relacionados con el tema. Un ejemplo son los Simpsons, que siempre por esta época pasan los especiales de navidad, y un capítulo que vi hace poco (que ya hoy por hoy es uno de los más viejos), es el que Bart se roba un juego del supermercado y lo agarran. En su momento los Simpsons tenían capítulos muy buenos, y es más, todavía hoy varios de los nuevos pueden llegar a venir al caso en diferentes momentos de la vida cotidiana.

La historia de ese capítulo más específicamente era la siguiente: se acercaba la navidad y Bart mira en la tele la propaganda de un videojuego que (al menos en el doblaje mexicano) se llama “Apocalipsis”, se lo pide a los padres, pero Marge se niega a comprárselo porque es muy caro y “fomenta la violencia”. Después de varias idas y vueltas en las cuales Bart trata de alquilar el juego o de jugarlo en la casa de Milhouse pero sin éxito, termina yendo al supermercado (alias la tienda “A ver si ahorra”) y, en un segundo donde nadie lo mira, se lo roba. Cuando sale del super el señor de seguridad, Don Brodka, lo atrapa y dejándole un mensaje en el contestador a la familia, le permite irse, con la condición de que no vuelva a la “tienda”. Al llegar a la casa, Bart cambia el cassette que estaba en el contestador para que no puedan escuchar el mensaje, pero desgraciadamente al día siguiente tienen que hacer las compras de navidad y terminan yendo de vuelta al super donde Bart había intentado robar el videojuego (él no quería ir de ninguna manera, pero como tampoco quería decirles que había intentado robar, no podía dar motivos para no ir). A pesar de que Bart hace lo posible por no entrar, él y la familia terminan adentro del super y Don Brodka lo ve, por lo que Marge y los padres se terminan enterando. Homero se calienta mucho, pero Marge más que nada se desilusiona y piensa que estuvo mimando demasiado a su hijo, por lo que empieza a tratarlo con cierta distancia. Bart se pone muy triste y se empieza a sentir excluido, por lo que para reparar su daño termina volviendo al supermercado y decide sacarse una foto (en la cual tiene al lado una nota que aclara que fue “completamente pagada”), para corregir la foto de navidad familiar de ese año (en la cual justo Bart salió tironeado del cuello por la mano del guardia de seguridad). Marge al ver la foto decide perdonarlo y como compensación le da su regalo de navidad antes, un videojuego de… ¡¡Aprenda a jugar Golf!!

Es un muy buen capítulo, si bien no es uno de mis preferidos. Escribí un resumen por si las dudas, ya que no se puede saber si no hay alguno que justo no se haya visto ese episodio. Es interesante ver como las propagandas de juguetes y de juegos infantiles nos hacen desear algo tanto de chicos que nosotros simplemente queremos tenerlo sin saber cual es su costo y sin que nos importen los medios.

Hay un par de cosas que quisiera destacar:

· ¿Cómo sabe Don Brodka el número de teléfono de la casa de Bart si él en ningún momento se lo dijo? Me llama mucho la atención eso: el tipo de golpe dice que va a llamar a su casa y enseguida marca el número ya sabiéndolo. Por ahí sea una suerte de humorada sutil para los atentos. La verdad, me causa mucha gracia.
· También resulta muy gracioso, el hecho de que Don Brodka hable por teléfono dando a entender que está teniendo una conversación con Homero o Marge y cuando corta le dice a Bart que no había nadie pero dejó un mensaje en el contestador.


· Otro detalle divertido es la aparición de varios personajes de los Videogames como ser Mario, Luigi, Sonic y Donkey Kong.

· El final del capítulo es feliz, aunque tiene su leve cuota de desilusión. Si bien Marge perdona a Bart, ella lo hace ilusionar diciéndole que le regala un juego que seguramente le iba a gustar, pero éste no es Apocalipsis, sino “Aprenda a jugar Golf”. Esta bien, el final es feliz, pero Bart se había metido en un quilombo por un juego, ¿no podía averiguar cuál era el juego que él quería tener?

Este capítulo me hace acordar a una experiencia que tuve cuando tenía siete años. No había robado nada, pero también quede mal y me miraron feo por un par de días. Fue una vez que con la familia habíamos ido a comer afuera a un lugar que a mi no me gustaba para nada. Como estaba aburrido había decidido hacer una suerte de experimento, había ido al baño y después de lavarme las manos había dejado la canilla abierta, después había puesto papel higiénico (que dicho sea de paso, era del más berreta) y lo había puesto en esos agujeritos que hay en el lavamanos por dónde se va el agua. Después de pasados unos cuantos minutos, una vieja que supongo que trabajaba ahí había lanzado una flor de re puteada. De castigo, cuando mi viejo había pedido la cuenta, a todos los de mi familia les trajeron huevitos de pascua salvo a mí y al amigo que había venido conmigo.

En fin, no se por qué me puse a escribir sobre este capítulo. Pero como podrán ver me gustan mucho Los Simpsons, espero que ustedes, lectores, hayan tenido una linda navidad y les deseo un 2010 con todo lo mejor. Anoten sus objetivos para este próximo año en algún rincón y pónganse las pilas.

¡¡Saludos para todos!!

B.C.

martes, 22 de diciembre de 2009

Let the right one in (Criatura de la Noche), alias "La Sueca". -SEGUNDA ENTRADA-


La última entrada me dejó con una sensación medio rara: no me disgustó pero al mismo tiempo tuve la impresión de que podía agregar alguna que otra cosa más sobre esta película.

El título por el que comúnmente se conoce a esta película en el mundo es “Let the right one in”, el nombre original es exactamente el mismo pero en sueco, Låt den rätte komma in. Generalmente no me gusta que se nombre más a una película por el título en inglés que por el nombre original, pero éste es un caso muy especial. Primero, porque el sueco es un idioma que nos resulta muy raro y distante, y segundo porque él título original en sueco esta sacado de una canción en ingles: “Let the right one slip in”, de Morrisey.

Sobre el argumento no puedo agregar mucho más de lo que ya conté en la entrada anterior, más bien podría repetirlo un poco de otra forma. Se nos cuenta la historia de Oskar, un chico solitario de doce años, que es maltratado por algunos de sus compañeros de colegio, tiene un hobby bastante raro que es coleccionar recortes del diario de homicidios morbosos y todas las noches imagina que se venga de los chicos que lo joden en el colegio. Una noche mientras descargaba su bronca contra un árbol, Oskar se encuentra con Eli, una chica de pelo negro ondulado bastante rara, es muy ágil y fuerte, nunca tiene frío y además tiene un olor bastante raro. Eli es la nueva vecina de Oskar, vive en el departamento de al lado con un señor mayor que supuestamente es su padre. Justo con la aparición de Eli coinciden una serie de asesinatos misteriosos en Blackeberg, el pueblo donde se desarrolla la historia.

En la entrada anterior dije que Let the right one in, es una película de terror, pero después de leer algunos comentarios en la web, me dí cuenta de que muchos cuestionan esa clasificación, si bien es cierto que esa es la categoría que muchos diarios eligieron. Es verdad, hay oscuridad, sangre, algunas escenas rápidas y algo violentas, pero la película no puede de ninguna manera reducirse sólo a eso. Es verdad que hay miedo, pero también hay tristeza y escenas románticas y hasta tiernas. Yo diría que la peli tiene una historia que contar, tiene algo para decir, y el género sólo es una forma de redondear la historia para enmarcarla en un cuadro que simplifica todo para darle a la gente una idea muy general de lo que es el tema que trata. La clasificación de “película de terror” puede no ser errónea, pero no es solamente eso.

La película esta basada en una novela del sueco John AJvide Lindquvist que tiene el mismo nombre (a pesar de que Argentina el film y el libro llegaron con nombres distintos, el libro como “Déjame entrar”, y la película como “Criatura de la Noche”). Las dos versiones (aunque en realidad, más la novela que el film) nos muestran la cara oscura de una sociedad de un país muy desarrollado. El libro es más duro y extenso que la película. En la versión en papel se narran los hechos desde distintos puntos de vista, se cuentan distintas historias que se dan al mismo tiempo en el pueblo de Blackeberg y que se cruzan en algunos puntos (aunque claro, centrándose más que nada en Eli y en Oskar). En la película esto se respeto muy a medias y algunos personajes e historias paralelas se eliminaron.

La película es una versión resumida y hasta un poco suavizada de la historia original. Aún así, el film conserva un argumento excelente que lo convierte en algo que vale la pena ver. A rasgos generales la historia es la misma, pero aunque ya se haya visto la película se puede disfrutar el libro, ya que éste contiene varios detalles, explicaciones, personajes y subtramas que están ausentes en la versión en pantalla grande.

Una muy buena historia, se la recomiendo a todos los que quieran ver algo nuevo y diferente. Todavía la dan en algunos cines (el hecho de haberla podido ver en pantalla grande ya es toda una suerte), pero si no, seguramente la van a poder conseguir pirateada en algún que otro local o en Parque Rivadavia (ojo, que algunos lugares la tienen como “Déjame entrar” que es el título en España, aunque procuren que esté en sueco con subtítulos porque los doblajes allá…). Si quieren verla traten de hacerlo antes de que los yankees estrenan su versión remake, hecha según ellos mismos para “hacerla atractiva a un público más amplio”.

viernes, 18 de diciembre de 2009

Let the right one in (Criatura de la Noche), alias "La Sueca"

Todo empezó hace unos cuantos meses, habrá sido por Abril o Mayo de este año. Me gusta mucho leer reseñas y críticas de películas que ya vi, y así fue como leyendo una nota sobre la peli belga BenX me había enterado de que existía una película sueca que en ese momento era conocida como “Déjame Entrar”, título que le habían dado a la película en España, ya que en esa época todavía estaba en la lista de espera en Latinoamerica. En la nota señalaban a esta película (cuyo título alternativo e internacional en inglés es “Let the right one in”) como una de las próximas historias prometedoras made in Europe.

Ni bien me había enterado de que existía esta película me había puesto a buscar en la página de cines argentinos cuales eran los próximos estrenos que se darían a lo largo del año. Para mi suerte, Déjame entrar, estaba incluida en la lista. El título local sería “Criatura de la Noche” (uno de los pocos casos donde la traducción del nombre en España era mucho mejor que la que se hizo en Argentina) e iba a ser estrenada (en principio) durante los meses de Junio o Julio.

El estreno del film fue postergándose y postergándose hasta que finalmente terminó llegando a los cines el 3 de Dicembre pasado. Pero para mediados de este año, yo ya había tomado el hecho de poder ver el póster de la película en los cines locales como un verdadero avance. Mirando detenidamente el afiche fue como me había enterado de que la peli estaba basada en realidad en una novela que también era de un autor sueco (John Ajvide Lindqvist). No hizo falta pensarlo dos veces: ya que iba a tener que esperar para ver el film, al menos iba a ponerme a leer la obra original, conocer la historia y después compararla con la adaptación a la pantalla grande.

Como la edición de la novela es española, conservó el nombre que se le había puesto a la película allá: Déjame entrar. Nos cuenta la historia de Oskar, un chico de doce años que vive en Blackeberg, un pueblo cerca de Estocolmo y día a día sufre las torturas y humillaciones de sus compañeros de clase, mientras en secreto sueña con vengarse. Una noche de invierno, mientras él esta en el parque que esta al lado del edificio donde vive, se le aparece Eli, una chica muy rara, nunca tiene frío (siempre anda vestida con una remera y unos pantalones, y consideremos que la historia tiene lugar en Suecia y en invierno), tiene un olor muy extraño y además es muy ágil y fuerte. Coincidiendo con la aparición de Eli, empiezan a darse en Blackeberg y las cercanías una serie de asesinatos misteriosos.

Tanto Oskar como Eli comparten una condición muy parecida, son diferentes y por eso llevan una vida aislada de los demás, son personas muy solitarias hasta que ambos se encuentran. Los dos están solos pero juntos.

La película es simplemente excelente, en cierta forma se nota que no es cine yankee, en el sentido de que las cosas están narradas con algo de sutileza y no de manera sobrecargada y obvia. Por más de que la película contenga oscuridad, sangre y alguna que otra escena un poquito impresionante (aunque no muchas), el argumento no se pierde en eso, y además uno se queda con la duda de qué es lo que hace realmente a ésta película una “de terror”, si es su factor sobrenatural o si no es en realidad lo más cotidiano, lo más común, la ambientación, los diferentes interiores de los edificios y los personajes tan humanos y reales con los cuales uno se encuentra al mirar el film.

martes, 15 de diciembre de 2009

15 de Diciembre del 2009

Yo no lo conocí. De hecho, cuando me había enterado de que existía, él ya había muerto hacía varios años. Era un compañero del trabajo de un amigo bastante más grande que yo. Trabajaban en un supermercado pero en realidad ya se conocían desde el colegio secundario.

Los fines de semana se juntaban a jugar al paddle (aclaro que era un supermercado familiar y en general los hijos de la dueña convocaban a amigos y compañeros del colegio para que trabajaran, por lo cual era un ambiente bastante informal). Lo llamativo es que mientras los demás jugaban este chico, que ahora esta muerto, los cagaba a puteadas. “Ustedes son unos fascistas juegan por puntos, juegan con el odio”. En su momento cuando me contaban que decía eso yo me cagaba de la risa, pero ahora que mi equipo salió segundo y con hinchas de River burlándose porque no ganamos el torneo a pesar de que ellos estaban mucho más abajo que nosotros, puedo entenderlo un poco más.

Imagínense un futbol donde simplemente se juega para pasarla bien, sin que haya ni arriba ni abajo durante las dos horas que dura el partido (incluyendo el entretiempo).

No me importa lo que digan, Newell’s es calidad, Boca y River no son más que empresas capitalistas que subsisten gracias a un respaldo monetario y a comprar jugadores de otros equipos.

sábado, 5 de diciembre de 2009

Mis otros yo


Tanto el protagonista de House como el de Detective Conan están basados en una de las figuras del mundo detectivesco más conocidas del planeta: el detective inglés de la Baker Street, Sherlock Holmes. A su vez el Sr. Holmes estaba fuertemente inspirado en el Dr. Joseph Bell uno de los profesores de Arthur Conan Doyle (el creador de Sherlock), que tenía la habilidad de poder dilucidar cuál era la profesión, el origen, y la historia reciente de cualquiera de sus pacientes con sólo verlos o darles la mano. Los que hayan leído “Estudio en Escarlata”, se van a poder acordar de que en el momento en que Watson conoce a Holmes, éste con sólo darle la mano ya podía notar que había sido médico militar en la campaña de Afganistán.

Tanto Shinichi Kudo como el Dr. House tienen una inspiración importante en el célebre detective inglés, pero a la vez Holmes también estaba inspirado en otra persona. Lo divertido es que se termina armando una suerte de mapa conceptual donde todos tienen un núcleo en común pero capaz que los diferentes globos no tienen nada que ver entre sí (aunque por ahí si, todo depende).

Es por eso que esta vez lo que quería hacer, era nombrar a varias personas, ya sean reales o ficticias que guarden algún parecido conmigo, físicamente o en cuanto a su personalidad. Cada persona o personaje va a tener una mínima descripción y voy a aclarar en que se me parecen específicamente. La mayoría de las veces fueron otros los que me vieron parecido a estas figuras.

Leo Astrada: director técnico de River. No me gusta mucho el fútbol así que no se demasiado sobre él. Mi abuelo, el viejo de unos amigos y un flaco del colegio que no me bancaba, me decían que me parecía a él, especialmente por los rulos.




Ari Paluch: conductor de “El Exprimidor”, un programa de radio, también es el autor del libro “Combustible Espiritual”. Aparece en la tele cada tanto. Una vez mientras comíamos con mi primo, mi abuelo y mi tía en un restaurante bien familiar, mi primo me dijo que yo era una mezcla de Tom Hanks, Ari Paluch y un hindú. Al que más me copaba parecerme era a Ari Paluch.





Apu: ¿Hace falta presentarlo? Si no se miran Los Simpsons, creo que no deberían ni leer este blog. El dueño y regente hindú del Kwik-E-Mart, famoso por su típica frase: “Gracias, vuelva prontos”. Me acuerdo que cuando estaba en tercer año del secundario los que ya estaban en quinto me decían Apu. Eran esos casos cuando no saben tu nombre y como te tienen que decir de alguna manera inventan un apodo.




Gary Kasparov: Ajedrecista ruso. Ex-Campeón del mundo de ajedrez. Mi viejo me dice que de los ojos y la frente me parezco a él.









Bobby Hill (Beto Reyes): Mi primo también dice que me parezco a Beto, el chico de la familia protagonista de Los Reyes de la Colina, de hecho, dice que es el que más se parece a mí de todos los personajes de la lista. Principalmente por ciertas actitudes medio ridículas e infantiles como ponerme a jugar con la nieve del freezer o sacar las estalagmitas.






Mario Santos: Uno de los cuatro Simuladores. En cierta forma se podría decir que es el lider, el que se encarga de la planificación de todo, el que arma los planes, el que piensa. Algunos me dijeron que a veces hablo parecido a él, demasiado correcto y formal. La última vez que me lo dijeron creo que fue una amiga cuando en su casa pedía un taxi por teléfono. “Ay, hablás como el de los simuladores”.



Stevens: Ojo, no estoy hablando de Anthony Hopkins, sino de Stevens, el personaje de la película “Lo que queda del día” (The Remains of the Day). Con este personaje me siento yo mismo identificado. Un mayordomo inglés bastante formal, que le cuesta mucho trabajo hacer chistes. Siempre que le hacen una broma trata de responderla con otra broma pero casi nadie las entiende y termina quedando medio desubicado.