martes, 28 de abril de 2009

Uno elige en que creer

Si bien fui a un colegio religioso, no soy una persona ni muy creyente ni practicante, aunque no niego la posibilidad de que pueda existir un orden que nosotros no alcancemos a comprender del todo. Por más que no estuviera de acuerdo con ellos en todos los puntos, tengo que admitir que varios profesores de catequesis que tuve eran gente con muy buenos argumentos y que además, al menos para mí, eran un verdadero modelo de coherencia, vivían de acuerdo a lo que creían.

Un argumento que exponían para demostrar que era lógico creer en Dios, era que uno cotidianamente creía en muchas cosas que no precisamente veía o tocaba. Nuestra generación nunca había visto personalmente el gol de Maradona a los ingleses, y sin embargo creíamos en él, tampoco habíamos salido del planeta y creíamos en Saturno y en Urano.

Es imposible no creer en nada, si uno no creyera en nada no podría ni comer ni cruzar la calle. Uno siempre esta creyendo en algo.

Concuerdo plenamente con lo que decían esos profesores, es tan lógico creer en Dios, como creer que existen otros planetas además del nuestro, o incluso creer que existe un individuo llamado Néstor Kirchner.

Tan de acuerdo estoy con esto, que es la base de lo que hoy quiero expresar y exponer. Si podemos creer en Dios más allá de que no podamos verlo y tocarlo, y esto es una cuestión de fe y no de raciocinio, creer en Dios es tan lógico como no creer en Él. Por lo tanto, si es lógico no creer en Dios, porque no podemos percibirlo por medio de nuestros sentidos, esto es tan válido como no creer en que existen otros planetas, o no creer que existan la gran mayoría de las personas famosas que nosotros conocemos y de las cuales hablamos tan a menudo.

Muchas personas de mi entorno coinciden en que un tal señor Menen afanó mucha guita (y también coinciden en que trae mala suerte escribir bien su nombre). ¿Quieren que les diga la verdad? Yo no estoy tan seguro de que lo haya hecho, simplemente se que casi todas las personas de mi circulo y casi todos los periodistas de la tele dicen eso. ¿Presentan pruebas? Y… muchas veces sí, ¿Pero como puedo saber yo que esas pruebas son reales? Yo personalmente no las vi, ni las ojeé con detenimiento para juzgar, y aunque lo hubiese hecho, ¿Cómo se si realmente prueban algo o sin son simples calumnias? Yendo un poco más lejos, ¿cómo se que este señor realmente existe? Yo personalmente nunca lo vi, llegué a ver su cara en los diarios y en la tele, ¿pero como puedo saber que él era el verdadero Menen y no una falsificación? ¿Cómo puedo saber que las personas que lo vieron, vieron al real y no a un tipo que se disfraza de un personaje ficticio?

Así también me parece muy coherente dudar de un montón de cosas de las cuales no podemos tener una percepción directa por medio de los sentidos, ya sea Diego Maradona, el resto del mundo que no visitamos (porque aunque hubiéramos visitado otros países, ¿Cómo podemos saber que no nos metieron en un avión y nos hicieron dar vueltas en el aire hasta llevarnos a un lugar de nuestro propio país donde todos actuaban hasta el momento en el cual nos fuimos?), la mayoría de los personajes de la tele, etc.

Obviamente estas ideas no puedo planteárselas a cualquiera, porque lo mas seguro es que me daría unas palmaditas en la cabeza y me diría que soy un enfermo, y poniéndome en su lugar, capaz que hasta lo entendería. Simplemente quería demostrar que podemos estar en un estado de sospecha constante, dudar de muchísimas cosas de las cuales no dudamos y que sin embargo sería coherente hacerlo.

La mayoría de las veces creemos en un montón de cosas, por comodidad, para integrarnos también. Hoy se nos permite cuestionar la existencia de Dios porque el ateísmo cobró una fuerza mayor que en épocas pasadas, ¿Pero cuantas cosas hay que nos dan una apariencia mas evidente que nosotros no nos cuestionamos?

Es común que uno crea algo que se dice en la tele sobre una cura a un problema de salud o de ciencia, sólo porque esta acompañado por la frase “esta comprobado científicamente”. ¿Cómo se puede saber que los científicos no tienen un interés particular y quieren convencernos de algo que a ellos les conviene? Hay alguna diferencia entre esta fe ciega que se le tiene a los científicos y la que un fiel de cualquier religión le puede tener a un sacerdote que realiza predicciones?

Muchas veces escuchamos gente discutir con razonamientos que llegaron a distintos puertos, sin embargo esos razonamientos parten de premisas, de supuestos, de bases, que muy posiblemente no fueron puestas a prueba. Vemos gente discutiendo con la camiseta puesta sobre cosas en las que creen pero que no analizaron ni las comprobaron por ellos mismos.

En el mejor de los casos uno razona a partir de supuestos y estos supuestos son muy evidentes para todos, en tanto que hay muy poco de creencia y mucho más de razón, pero generalmente esto no se da así.

Con el correr de la historia el mundo se volvió muy complejo como para que el hombre pudiera producir todo lo que consume, por lo cual éste se volvió sedentario y se dedicó solamente a una rama de la producción mientras los demás se dedicaban al resto. Lo mismo pasa con el intelecto, no podemos comprobarlo todo, no podemos tener pruebas de todo, sino de algunas cosas. Por ese motivo es que uno en el fondo elige en que creer, puede tener creencias mas simples o mas complejas, y en este segundo caso es cuando se dice que “habla con fundamentos”, pero al fin y al cabo siempre hay cosas que tomamos sin cuestionárnoslas.

viernes, 24 de abril de 2009

Dos Openings con mucho power






Estoy descubriendo el nuevo mundo de poner videos de youtube en el blog. Aunque parezca simple, me resultó un poco complichetti al principio, y estuve a las puteadas. Hay dos Openings que se estrenaron la semana pasada en japón, el numero 26 de Detective Conan y el numero 10 de Bleach. Soy un gran fan de Conan, aunque no sigo ni el anime ni el manga de Bleach, no obstante me encanta su música y sus animaciones.

Para los que no sepan que es un Opening no me voy a calentar mucho en hacer explicaciones, simplemente vean los videos.

Ya tengo listo el proximo post, es una suerte de Chapter Two o Kapitel Zwei del anterior sobre la verdad, sólo me falta hacerle unos retoques y corregir algunas cosas (y hacerselo leer a unos amigos y pedirle su opinión).

¡¡Saludos al Pueblo y Camaradas!!

sábado, 18 de abril de 2009

La verdad es una mentira necesaria

Hace unos años, leyendo uno de esos mails en cadena bastante molestos y cursis, leí una frase de esas que la gente usa mucho, que sirven como muletillas, que a veces ayudan a hacer parecer que alguien tiene la razón aunque no la tenga. Esa frase era: “Existen tres cosas en la vida, mi verdad, tu verdad, y la verdad”. Si uno vio en el colegio secundario, en el CBC o en la facultad, a algunos de los filósofos más relevantes de occidente, puede apreciar que esa frase tiene una clara posición platónica, la cual afirma que existe una realidad objetiva, eterna e inmutable que es independiente de los individuos. Traducido a un lenguaje coloquial podríamos decir que lo que Platón afirmaba era que más allá de lo que yo puedo decir y de lo que vos puedas decir, existe una verdad independiente de nuestras opiniones que está ahí.

Las Ideas platónicas son realidades inmateriales, objetivas, eternas e inmutables que son independientes de los individuos, a ellas podemos llegar mediante el intelecto. Platón nos presenta algunas pruebas de su existencia, como ser el ejemplo del carpintero, él puede fabricar sillas, pero al hacerlo no esta copiando otra silla que ya tiene una existencia material sino que en su mente esta la “Idea de silla”, es decir, algo que tenga cuatro patas y que sirva para que otro se siente encima. Otra prueba de la existencia de las Ideas que presenta Platón son justamente las representaciones de nuestra mente, nosotros podemos imaginar cosas porque en nuestra mente están las Ideas de esas cosas, prueba de esto es que podemos imaginar a un perro sin que ese perro que imaginamos tenga una existencia en el mundo material.

Sin duda las Ideas existen ya que las pruebas de Platón son contundentes, pero la forma en que él las concibe puede resultar demasiado perfeccionista. ¿Por qué tienen que ser independientes de los individuos? Platón dice que hay cosas porque hay Ideas, primero existieron las Ideas y luego las cosas. Para él existen dos mundos, el mundo tangible (mundo de las cosas) y el mundo inteligible (mundo de las Ideas), las cosas mantienen una relación de representación con las Ideas, es decir que el modelo son las Ideas, y las cosas “la copia”. ¿No podría ser al revés? ¿No podría haber Ideas por haber cosas? ¿Es decir, no podríamos tener contacto con las cosas materiales y al hacerlo realizar una abstracción de la mente y crear a la Idea? Aristóteles, discípulo de Platón, afirma más o menos eso.

De ser así podríamos plantear que las Ideas son producto de una abstracción y generalización de los individuos y por ende no son independientes a él, sino comunes a un conjunto de individuos. Si es así, ¿Se podría alcanzar la verdad por medio del intelecto? Si el individuo forma las Ideas de acuerdo a una abstracción del pensamiento sobre las cosas que conoce (y es acá cuando nos acercamos más a Hume), la verdad que formule ya no sería absoluta, eterna ni inmutable, sino que estaría en relación con las Ideas que posea en la mente aquel individuo. A lo sumo se podría alcanzar una verdad intersubjetiva, es decir una verdad compartida por todos los individuos de un grupo común.

Kant representa al giro copernicano del conocimiento. Copernico afirmaba que no era el Sol el que giraba alrededor de la Tierra, sino al revés, el centro había pasado de ser la Tierra (geocentrismo), a ser el Sol (heliocentrismo). Algo similar sucede con este filósofo alemán. Filósofos previos a Kant, como ser Descartes o Hume, coincidían en que el sujeto podía conocer al objeto tal cual era, el objeto constituía al sujeto, con la revolución copernicana del conocimiento esto se da vuelta, y pasa a ser el sujeto quien constituye al objeto. De esta manera Kant dice que no podemos conocer la realidad. No vemos las cosas tal cual son, sino que las vemos en apariencia, vemos lo que las cosas “parecen”. El alemán nos pone el ejemplo de unos anteojos azules: supongamos que todos los seres humanos hubiéramos nacido con anteojos azules, estos anteojos son parte de nuestros ojos y no podemos quitárnoslos, al mismo tiempo tampoco somos concientes de que los llevamos puestos, de manera que vemos todo azul y no nos percatamos de que somos nosotros quienes vemos al mundo azul sin que éste lo sea. Estamos limitados para conocer la realidad.

Si no podemos conocer la realidad o la verdad, ¿cómo podemos saber que existe? ¿Qué entendemos por verdad? Solemos decir que un enunciado es verdadero cuando se corresponde con los hechos concretos, es decir que si un señor dice “yo soy rico”, y vamos a la casa y tiene mucha plata, ese señor esta diciendo la verdad. Pero si no pudiéramos formular enunciados, no podríamos ni mentir ni decir la verdad ya que ésta está en relación con ellos. Esto lo podemos ver en el texto de Nietzsche, “Sobre verdad y mentira en sentido extramoral”.

Si la verdad depende del lenguaje y el lenguaje es una construcción humana, podríamos decir que la verdad también es una construcción humana, y una construcción humana relativa. Hay algunas supuestas verdades universalmente válidas como ser por ejemplo: “El cielo es azul”, sin embargo si lo analizamos en profundidad, esta verdad depende de un marco teórico, ya que para formular este enunciado antes tenemos que tener un concepto de cielo y un concepto de color.

La verdad es relativa a un marco teórico y al lenguaje. Volviendo a Kant, no solamente nacemos con anteojos que nos dan una determinada visión del mundo sino que también vamos modificando nosotros mismos esos anteojos, a través de nuestras experiencias y las cosas que aprendemos. Los anteojos representan nuestra forma de interpretar la realidad y la verdad es relativa a esa forma nuestra de interpretar la realidad. No hay una verdad independiente de los individuos, pero si se podría llegar a una verdad común a los distintos individuos, esto quizás podría lograrse mediante el consenso, y el intercambio de impresiones y experiencias. Esta necesidad de crear una verdad común con la cual podríamos entendernos unos con otros podría ser el motivo por el cual algunos filósofos irracionalistas sostenían que la verdad es una “mentira necesaria”.

jueves, 9 de abril de 2009

But I'm not the only one

Este puede ser un BUEN año y hay que aprovecharlo.

Estoy en una época de crisis cuando si bien tengo un interés por mi carrera, mi perfil sigue siendo un tanto inmaduro, aún soy demasiado apolítico para estudiar sociología. No me gusta que la gente ya te asigne una ideología por estudiar una determinada carrera sea cual esta sea, pero muchos coinciden con que debería comprometerme un poco más. Me molesta que todos ya te digan de que ideología vas a terminar siendo, pero aún así, alguna habría que tomar, o por lo menos, conseguir mejores fundamentos para enriquecer mi apoliticismo.

Es hora de que lea un poco menos de manga y me ponga a leer un poco más el diario. De boludear menos en el Messenger y ponerme a leer los apuntes de la facu. De no obsesionarme con boludeces y disfrutar más de esas cosas sutiles que nos pueden poner de buen humor. Tiempo de escuchar un poco menos a Calamaro y un poco más a Fito.

Me siento un poco perdido, puedo disfrutar de algunas cosas puntuales pero desde un punto de vista mas general me siento algo incompleto. No se para donde dirigirme, que planes tener a futuro. Me gustán, y mucho, cosas muy específicas de esta época de ahora, pero no se que hacer más adelante, que camino seguir a futuro.

Sólo tengo un bosquejo de lo que me gustaría ser. Pertenezco a un grupo muy reducido que es el grupo de los hinchas de Newell’s Old Boys, un club que si bien no se ha destacado demasiado en los torneos, a hecho grandes aportes al fútbol argentino e internacional, como ser grandes jugadores y directores técnicos.

Charlando por teléfono con mi primo mientras leía un poco de información del club en Wikipedia, le había preguntado quién era el Tata Martino (que ahora, lo sé, es un jugador salido de Newell’s que ahora es DT de la selección paraguaya, que hoy, si mal no tengo entendido, va puntera en las eliminatorias para el mundial del grupo sudamericano). Al preguntarle por él, mi primo simplemente dijo “otro maestro”.

Eso es lo que quiero ser yo, “otro maestro”. Quiero ser alguien respetado y admirado, pero no el único, sino parte de un grupo de gente destacada.