lunes, 9 de febrero de 2009

Lo que queda del día (fragmento)




Hace aproximadamente veinte minutos que se ha ido el hombre. Sin embargo, he permanecido aquí, en este banco, a esperar el acontecimiento que justo ahora acaba de tener lugar; me refiero a que acaban de iluminar las luces de la escollera. Como he dicho, la alegría con que han recibido este pequeño acontecimiento todos estos azota calles que andan por el paseo, me parece que corrobora las palabras de mi interlocutor. Mucha gente prefiere la noche al día. Siendo así, quizá deba seguir el consejo de no pensar tanto en el pasado, y demostrarme más optimista y de aprovechar el máximo lo que me resta del día. Después de todo, ¿Qué se gana con estar mirando siempre atrás? ¿Con culparnos del hecho de que la vida no nos haya llevado por el camino que deseábamos? Por duro que parezca, la realidad para la gente como ustedes o como yo es que no tenemos mas opción que dejar nuestro destino en manos de esos grandes personajes que guían el mundo y que contratan nuestros servicios. ¿Para qué preocuparse tanto por lo que deberíamos haber hecho o dejado de hacer para dirigir el curso que tomaban nuestras vidas? Para personas como usted o como yo, la verdad es que basta con que intentemos al menos aportar nuestro granito de arena para conseguir algo noble y sincero. Y que los que estamos dispuestos a sacrificar una gran parte de nuestra vida para lograr esas aspiraciones, debemos considerar el hecho en sí motivo de satisfacción y orgullo, cualquiera que sea el resultado.
Hace unos minutos, poco después de que encendieran las luces, me he vuelto para observar más de cerca de esta multitud que reía y conversaba alegremente detrás de mí. Es gente de todas las edades que deambula por la escollera: familias con niños, parejas, gente mayor, jóvenes cogidos del brazo. A distancia, detrás de mí, hay un grupo de seis o siete personas que ha despertado en mí cierta curiosidad. Como es natural al principio he pensado que era un grupo de amigos que habían salido a dar un paseo, Pero al escuchar sus conversaciones, he comprobado que no se conocían y que simplemente habían coincidido aquí, justo detrás de mí. Por lo visto, se han parado un momento al encenderse las luces, y después se han puesto a hablar entre ellos. Ahora, mientras les observo, se ríen. Resulta curioso que la gente pueda congeniar tan fácilmente y con tanta rapidez. Quizá lo único que una a estas personas sea la ilusión por la noche que les espera, aunque francamente, me pregunto si el hecho de que estén ahora juntos no se debe más bien a su capacidad para gastarse bromas.
Ahora que percibo bien lo que dice, no oigo más que chistes. Supongo que así actúa mucha gente. Es posible que mi interlocutor, el hombre que estaba aquí sentado, esperara que mantuviésemos una conversación más divertida. Creo que si ése era el caso, le debo haber decepcionado. Sí, creo que ya va siendo la hora de que empiece a abordar en serio este asunto de las bromas. Después de todo, y pensándolo bien, no puede ser un pasatiempo tan estúpido, especialmente si resulta cierto que el gastar bromas es la clave del calor humano.
Por otra parte, también se me ocurre que el patrón que espera de un profesional que éste sea capaz de gastar bromas, tampoco le esta exigiendo una tarea tan disparatada. Es cierto que he dedicado mucho tiempo a desarrollar mis cualidades humorísticas; sin embargo, es posible que no haya puesto todo mi empezó en el labor. Cuando mañana regrese a Darlington may, considerando que mister Farraday aún estará ausente otra semana, empezaré a ejercitarme de nuevo con más ánimo. Así, cuando mi patrón vuelva, espero poder darle una grata sorpresa.

2 comentarios:

Daniela dijo...

Has sido "tageado" por mi....jeje :)
No sé exactamente la traducción de esta palabra,pero si te das una vuelta por mi blog te vas a dar cuenta a que me refiero....

nos vemos.

Kurosawa dijo...

Que buen fragmento que elegiste!!!
Me encanta lo que dice y como.
Sobre todo me gustó mucho esta parte "quizá deba seguir el consejo de no pensar tanto en el pasado, y demostrarme más optimista y de aprovechar el máximo lo que me resta del día"
Quizás ahora no tanto, pero en otro momento de mi vida me hubiese resultado muy significativo!.


Me gustó también porque va tirando varios puntos que te dejan pensando, sobre todo cuando ve a ese "grupo de gente" que primero parece una cosa pero después cuando se detiene a mirarla un poco más se da cuenta que no es lo que aparenta ser.
A parte, es algo que pasa, que uno observa algo que quizá nunca le presto atención, y cuando lo hace saca un varias de conclusiones.

En fin, esa fue mi humilde opinión muchachito xD
Besote =)