“Nadie, excepto los que ya me conocen, debería saber mi nombre”
BenX, película belga del 2007
BenX, película belga del 2007
Últimamente estoy abriendo y cerrando mucho la ventana del word sin escribir nada que considere publicable. No se si eso en algún punto sea algo positivo, dicen que la felicidad es enemiga de la creatividad, de manera que si no se me ocurre nada, quizás sea porque no me siento tan mal.
El blog es uno de los pocos usos productivos que se le pueden dar a Internet. Uno puede expresarse, dar a conocer sus gustos, pensamientos y opiniones, de hecho, muchas veces que hablo de películas o libros, lo hago porque siento que tengo el deber de difundir las cosas que me gustan, de hacerles una buena propaganda.
Un espacio para la creatividad, una especie de revista sobre uno mismo y su entorno, una oportunidad de decir “acá estoy” en un mundo virtual, eso es el blog, donde se puede ser como uno quiera, y al mismo tiempo quizás, ser anónimo, todo dependiendo obviamente de la voluntad de quien escribe. Se pueden recibir opiniones y comentarios interesantes sobre las propias ideas, eso es lo que se gana.
El tema es cuando los que leen en ese espacio son conocidos, ahí ya empiezan a haber limitaciones, uno ya no es más como le gustaría, porque quienes leen lo pueden conocer bien, la consecuencia de eso es que se empieza a pensar más en lo que se va a escribir. Bah, ahora que lo pienso bien, uno puede seguir siendo como quiera, pero es diferente, y al ser también conocidos los que leen el blog, da un poco más de vergüenza escribir cualquier cosa.
Conocer gente nueva, darme a conocer mejor ante semi conocidos, así como mostrar nuevas facetas de mí a los que ya me conocen, también hablar de mis gustos y opiniones, expresarme, esos eran mis objetivos cuando abrí este blog.
A pesar de haber prometido que para ésta época del año postearía mas seguido, últimamente ando un poco corto de ideas. Además de eso, siento un poco de nervios, los típicos nervios de cuando uno siente que lo están mirando hacer lo que antes hacía sin que nadie lo mirara. No es miedo, pero si cierta incertidumbre. Un nuevo obstáculo a superar.
El blog es uno de los pocos usos productivos que se le pueden dar a Internet. Uno puede expresarse, dar a conocer sus gustos, pensamientos y opiniones, de hecho, muchas veces que hablo de películas o libros, lo hago porque siento que tengo el deber de difundir las cosas que me gustan, de hacerles una buena propaganda.
Un espacio para la creatividad, una especie de revista sobre uno mismo y su entorno, una oportunidad de decir “acá estoy” en un mundo virtual, eso es el blog, donde se puede ser como uno quiera, y al mismo tiempo quizás, ser anónimo, todo dependiendo obviamente de la voluntad de quien escribe. Se pueden recibir opiniones y comentarios interesantes sobre las propias ideas, eso es lo que se gana.
El tema es cuando los que leen en ese espacio son conocidos, ahí ya empiezan a haber limitaciones, uno ya no es más como le gustaría, porque quienes leen lo pueden conocer bien, la consecuencia de eso es que se empieza a pensar más en lo que se va a escribir. Bah, ahora que lo pienso bien, uno puede seguir siendo como quiera, pero es diferente, y al ser también conocidos los que leen el blog, da un poco más de vergüenza escribir cualquier cosa.
Conocer gente nueva, darme a conocer mejor ante semi conocidos, así como mostrar nuevas facetas de mí a los que ya me conocen, también hablar de mis gustos y opiniones, expresarme, esos eran mis objetivos cuando abrí este blog.
A pesar de haber prometido que para ésta época del año postearía mas seguido, últimamente ando un poco corto de ideas. Además de eso, siento un poco de nervios, los típicos nervios de cuando uno siente que lo están mirando hacer lo que antes hacía sin que nadie lo mirara. No es miedo, pero si cierta incertidumbre. Un nuevo obstáculo a superar.